El humor y las asperezas de un pirata sin parche
La bulla de Sandokán.
Acceso es una obra
que hace una pausa. Nos hace detenernos en el cotidiano citadino, en la rutina,
en el recorrido hacia el hogar o al trabajo, para invitarnos a conocer la vida
de este ex convicto vendedor ambulante, que reclama y justifica sus actos por
una gran carencia de oportunidades, de derechos, de acceso. Es así como parte
este poema-relato, entre rimas y una particular sonoridad, que no tiene nada
que ver con la típica musicalidad del verso impostado, de la paya, del sainete
o del hip-hop –por dar algunos ejemplos–. Eso es lo que más destaco de este
montaje porque a pesar de utilizar un tipo de verso libre en la dramaturgia, la
interpretación vocal nos permite apreciar el espacio callejero, la ciudad, el
estrés, la velocidad, la bulla. Una bulla que nos habla de un delito a sangre
fría, de una infancia llena de carencias donde la única esperanza de amor y
protección está puesta en la figura de unos “tíos” violadores, y de la cruda
reflexión final de este hombre que nace, se cría y es producto de un sistema
que no funciona como predica. Cuando termina la obra, queda una sensación de
remordimiento, muy similar a la que se puede experimentar cuando uno se baja
del micro y llega a la casa a “refugiarse”, lejos del mundo de Sandokán, no el
pirata de las novelas de aventura de Salgari, sino este pirata que más naufraga
por la vida de lo que se embarca.
Acceso en tanto, es un montaje que emociona, que nos deleita con humor, relatos crudos y una versátil interpretación de Farías.
L.C.
FICHA TÉCNICA
Obra: Acceso
Asistente de dirección: Josefina Dagorret
Dramaturgia: Pablo Larraín y Roberto Farías
Intérprete: Roberto Farías
Iluminación: Sergio Amstrong
Gráfica: Carola Sánchez
Producción: Teatro La Memoria /Josefina Dagorret