Realidad, cerros y colores
Los Payasos también
ríen es el primer montaje de sala de la compañía Teatro A Conciencia, integrada por exalumnos de la desaparecida
escuela de teatro que pertenecía a la controvertida Universidad del Mar.
Cuentan con una importante cantidad de exitosas temporadas en la quinta región,
además de ser merecedores del premio al “mejor montaje” en el Primer Festival de Comedia de Santa Cruz,
el verano recién pasado (2015).
Los payasos también
ríen, adaptación basada en Los
payasos de la esperanza del TIT (Taller de investigación teatral 1977) se
caracteriza por ser una obra dinámica, juglarezca y colorida. Su atractivo
espacial y composiciones musicales (Javier Gahona e Iván Mancilla) nos acogen
calurosamente desde el primer instante en que entramos a la sala de teatro. Es
un espectáculo que pueden disfrutar tanto niños como adultos y que a su vez
puede identificar especialmente a cualquier habitante de los cerros de
Valparaíso.
En el transcurso de la obra, conocemos de cerca el cotidiano
de dos payasos que laboran juntos en la calle, uno es Jorge, fuerte y poco
serio (Carlos Zamorano) y el otro es Manuel, joven e inquieto (Nolasco Coray). Se están
preparando en casa de Jorge, para salir a trabajar, mientras esperan la llegada
de un tercer integrante que extrañamente demora mucho en llegar. Por lo demás,
la ubicación geográfica y contexto de la situación escénica, ocurre en cerro
Ramaditas, precisamente en el momento previo al recordado incendio acontecido
en abril del 2014. Hecho dramático que avanza paralelamente a la preparación de
ambos artistas callejeros.
El espacio escénico que generan, funciona como una cita a los
hogares que se pueden encontrar en los sectores más altos de Valparaíso, un
espacio reducido y asimétrico que se complementa con la decoración hogareña
que, en este caso, habla mucho de la personalidad del dueño de casa. El diseño
integral es un acierto en relación al dinamismo lúdico que se propone, ya sea
por la dirección (Christian Verdejo) como por las interpretaciones. Las
actuaciones se lucen por ser enérgicas, improvisando y jugando con el instante
–a pesar de la estructura escénica que es muy clara dramatúrgicamente–; dinamismo que permite que la obra se mantenga
fresca de principio a fin. En general es un relato que conmueve desde el humor
y la simpleza de sus personajes.
Resulta muy
interesante cómo este montaje nos envuelve en una atmósfera cargada de realidad
y colores, algo así como un pequeño resumen de lo que es ser porteño, payaso y
vivir al margen, en los cerros. Con toda la adversidad que implica la lejanía y
pobreza, la astucia y perseverancia de los personajes nos hace admirar un
paisaje que sólo puede apreciarse desde arriba, donde nadie compite o se adueña
de la mejor vista, porque hasta de las calles se puede ver todo. Todo, incluso
aquello que ignoran los de más abajo.
L. C.
FICHA TÉCNICA:
COMPAÑÍA: Teatro a conciencia
OBRA: Los payasos también ríen
DIRECCIÓN: Christian Verdejo
DRAMATURGIA: adaptación de Los Payasos de la esperanza del TIT (Taller de Investigación
Teatral 1977), a cargo de Nolasco Coray.
ELENCO: Nolasco Coray, Carlos Zamorano.
MÚSICA ORIGINAL: Javier Gahona e Iván Mancilla.
MÚSICA ORIGINAL: Javier Gahona e Iván Mancilla.
ESCENOGRAFÍA: Taller El Litre
DISEÑO ILUMINACIÓN: Nolasco Coray
ILUSTRACIÓN: Miguel Ángel Sánchez
DISEÑO DE IMAGEN: Maceteros producciones
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